Algunas ideas clave:

  • La mayoría de nosotros tenemos una tendencia innata a buscar lo que nos resulta familiar, incluso en las relaciones de pareja.
  • De forma inconsciente traemos a nuestras relaciones los estilos de apego que están arraigados en nosotros.
  • Atraemos al mismo tipo de personas a nuestras vidas hasta que aprendemos las lecciones que estas personas nos enseñan.

A veces escuchamos cosas como estas:

  • Sale y rompe una y otra vez con el mismo tipo de persona.
  • Siempre sale con personas con con nos adecuadas para él/ella, o que tienen comportamientos especialmente negativos. Se parecen bastante a otras parejas que ha tenido.
  • Parece que no pueden evitar sentirse atraído/a por relaciones que le harán repetir los mismos desafíos y conflictos una y otra vez (por ejemplo, infidelidad, abuso emocional o físico, etc.).

Es esta relación un déjà vu, algún defecto de carácter del individuo, o es algo más? Aquí hay algunas razones por las que muchos de nosotros terminamos con personas que se parecen a exparejas que tienden a remover nuestras heridas emocionales pasadas.

EL EFECTO DE LA TRANSFERENCIA

La mayoría de nosotros tenemos una tendencia innata a buscar lo que nos resulta familiar, incluso en las relaciones de pareja. Esto se conoce como transferencia: la tendencia a sentirnos atraídos por personas que nos recuerdan a anteriores parejas, e incluso a veces a nuestros padres.

Este concept tiene cierto sentido intuitivo. En situaciones familiares, generalmente nos encontramos más cómodos y experimentamos menos demandas cognitivas. El problema: un sentimiento familiar sobre una relación romántica puede ser disfuncional para muchos de nosotros.

Si crecemos con padres que han tenido un matrimonio problemático, o si nuestras primeras relaciones estuvieron marcadas por la crítica, la falta de respeto, estar a la defensiva, los celos, la falta de honestidad u otras conductas dañinas, puede que nos encontremos atraídos de forma natural por personas que también muestran estas conductas familiares. Relacionarse con una persona así puede hacer daño, pero, al menos, es lo que conocemos (te dice tu yo subconsciente).

ESTILOS DE APEGO

Otro factor que puede explicar por qué nos sentimos atraídos siempre por determinado tipo de persona, incluso si no es adecuado para nosotros, se refiere a nuestro estilo de apego.

Los estilos de apego, nuestros patrones de crear lazos y comportarnos con los demás en las relaciones, se desarrollan temprano en nuestras vidas y se basan en si nuestras necesidades han sido satisfechas – y cómo – por nuestros
cuidadores primarios. Estos estilos suelen describirse como seguros, ansiosos, evitativos y desorganizado. Los estilos de apego son también bastante rígidos, pues tienden a permanecer estables a lo largo del tiempo. Esto suele significar
que, cuando alcanzamos la vida adulta, de forma inconsciente llevamos a nuestra relación de pareja cualquier estilo de apego que se encuentre enraizado en nuestra psique.

Por ejemplo, alguien con un estilo de apego seguro (que ha crecido con cuidadores emocionalmente implicados), tiende a ser más seguro, con autoestima y buena comunicación. Los sujetos con un apego seguro Las personas con apego seguro por lo general se sienten dignas de ser queridas y pueden construir relaciones sanas y duraderas. En comparación, alguien con un
estilo de apego evitativo puede sentirse amenazado ante la intimidad emocional y luchar para tener compromisos duraderos, mientras que alguien con un estilo de apego ansioso generalmente se comportará como aferrado y con celos hacia
su pareja, además de un temor intenso al rechazo.


Lo interesante es que ciertos tipos de estilos de apego tienden a atraerse más fácilmente. Y, paradójicamente, la persona con apego ansioso a menudo se siente atraída por la persona con apego evitativo, y viceversa. Ese emparejamiento, con un compañero constantemente acercándose y el otro constantemente alejándose, puede conducir a conflictos y luchas en la relación.


También podemos caer en ciertos patrones de relación basados en los estilos de apego profundamente arraigados que hemos tenido.


EL CONCEPTO DE “ESPEJO”


Ahora imagina que el mundo, y todo lo que hay en él, es como un espejo. Lo que ves en los demás (y en sus relaciones) es también lo que ves en ti mismo, incluidas tus partes más rechazamos o nos avergüenzan. Este sesgo en los patrones de relación sugiere que si te sientes inseguro, temeroso o indigno, por ejemplo, tenderás a atraer parejas que reforzarán y provocarán esos sentimientos. Del mismo modo, si tienes dificultades no resueltas con relaciones pasadas, te sentirás atraído por las personas que te recordarán esas dificultades y las sacarán a la luz.


El marco mental del mundo como un espejo también sugiere que continuaremos atrayendo el mismo tipo de personas y situaciones a nuestras vidas hasta que aprendamos las lecciones que esas personas y situaciones están tratando de enseñarnos. No subiremos de nivel en nuestro desarrollo emocional o psicológico hasta que finalmente hayamos reconocido y sanado nuestras heridas pasadas.


Por supuesto, incluso si finalmente aprendemos las lecciones, nos curamos de traumas pasados y rompemos el ciclo en el que hemos estado atrapados (un logro que, por cierto, puede ser de gran ayuda mediante el asesoramiento individual y de pareja), no significa que estemos exentos de todo conflicto en futuras relaciones. Es bueno saber que todavía tendremos altibajos, pero también muchas oportunidades para aprender y crecer.

Fuente: “Why do we choose parteners who remind us past wounds?” AprilEdelmire. Psychology Today. Julio 2023